Esta semana estoy de viaje en Estados Unidos y una de mis actividades preferidas es recorrer librerías, me encanta Barnes &Noble. Ayer recorría una de sus sucursales en Palm Beach Florida y pude notar que en el sector Desarrollo Personal el tema que más destacaba era Happiness.
Me alegra que el tema de la felicidad esté de moda. El año pasado era el cerebro y los avances de la neurociencia y ahora toma el lugar un tema clave para el ser humano, su búsqueda de la felicidad.
Las propuestas son variadas y alientan al lector a proyectarse y a reemplazar hábitos nocivos por otros más acordes con la meta de estar bien. Estoy de acuerdo con esta postura, sin embargo, quisiera destacar algunos temas como líneas de reflexión con relación a la felicidad:
En primer lugar, es un estado interno, no depende tanto de los eventos externos sino de la mirada interpretativa de quien vive una situación. Por lo tanto, deberíamos concentrarnos en el modelo mental en primera instancia y trabajar con los patrones limitantes tanto cognitivos como emocionales que hemos aprendido acerca de la felicidad.
En segundo lugar, a este estado no se llega mágicamente, sino por un trabajo personal disciplinado y enfocado. Reemplazar hábitos y comportamientos es clave para arribar a un estado de bienestar. Esto implica desaprender modos de vivir que no están de acuerdo con nuestra naturaleza. Entrenar para ser feliz.
Tercero, buscar ayuda o guía, en este sentido un coach, un libro, una persona sabia, pueden ser fundamentales, ya que la tentación de volver a la zona cómoda de la infelicidad es grande y podemos desistir del entrenamiento fácilmente sin una orientación adecuada que nos contenga cuando nos cuesta seguir y nos motive a avanzar.
Por último, la felicidad es un camino, no un lugar al que llegar… por lo que se debe ir momento a momento disfrutando de las pequeñas cosas, esa es la clave.
Comparto contigo este texto del escritor uruguayo Mario Benedetti que expresa de un modo simple y maravilloso las posibilidades de ser feliz que están a nuestro alcance.
“Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes que el reloj sonara.
Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante. Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.
Hoy puedo quejarme porque el día está lluvioso o puedo dar gracias porque las plantas están siendo regadas.
Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero o puedo estar contento que mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme de que estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.
Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente y cuerpo.
Hoy el día se presenta ante mi esperando a que yo le de forma y aquí estoy, soy el escultor.
Lo que suceda hoy depende de mí, yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.
Que tengas un gran día… a menos que tengas otros planes”.