Para alcanzar algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca hiciste.
Transitamos muchos procesos para crecer y aprender en la vida.
El cambio es un proceso natural, sin embargo, lo resistimos por la naturaleza de nuestro cerebro que busca mantener la homeostasis y el equilibrio, evitando lo nuevo.
Los cambios son como un territorio que debemos atravesar y, por lo tanto, es necesario contar con mapas que nos ayuden a avanzar, anticipando obstáculos y conociendo qué aspectos de nosotros son necesarios para fluir por la situación sin quedarnos atascados o sufriendo de más. Cuando nuestro cerebro sabe con más o menos anticipación qué puede suceder se resiste menos.
Comparto contigo un “mapa” que te permite conceptualizar el territorio del cambio.
Constituye una ayuda para que te preguntes ¿dónde estás, ¿qué es necesario que hagas en ese momento, qué recursos necesitas, qué actitudes puedes esperar, ¿dónde tienes que enfocarte?
Las etapas de los cambios
Para asimilarlas mejor, piensa en un cambio concreto que estés atravesando o has atravesado en tu vida.
Primera Etapa: Algo Concluye
El cambio amenaza una zona de confort, algo que fue valioso o importante para ti, pero que ya no es lo que necesitas. Llega el cierre. En esta etapa, acepta la realidad sin resistir (ya sea que el cambio se esté dando por propia decisión o estés forzado a hacerlo por algún evento externo).
Acepta tus emociones, las dudas y el miedo que puedes sentir. Vas de una zona conocida a lo desconocido; el faro es tu visión de la nueva realidad hacia la que te encaminas. Construye una visión positiva que te sostenga durante el cambio, agradece a las personas que eran parte de esta situación que ahora está cambiando. Como si fueras un barco: aliviánate, ata bien los cabos y zarpa.
Segunda etapa: La transición
En esta etapa del cambio vas en camino; las cosas ya no son como antes pero tampoco son como lo imaginas en tu visión. Hay cierto caos y desconcierto. Dudas y sientes inseguridad. Es natural, pero debes confiar y avanzar con fuerza y determinación. Acoge tus sentimientos, pero no dejes que te frenen, el barco va navegando. Recuerda que el caos es necesario para que surja un nuevo orden, es un momento creativo, por ello prepárate para lo nuevo: entrénate, aprende a manejar las nuevas herramientas que necesitas ahora. Expande tu modelo mental, busca aliados que puedan ayudarte y guiarte en esta nueva ruta. Confía y disfruta lo más que puedas el viaje. Ya llegarás a destino.
Tercera etapa: La nueva realidad
Un día empiezas a sentir que hay cierto orden en tu realidad, que llegaste a tu meta, que pudiste hacerlo. En este momento agradece, reconoce a todos tus aliados y, sobre todo, a ti mismo. Es muy importante para fortalecer tu autoestima que reconozcas conscientemente que has llegado a realizar la visión que te planteaste hace tiempo, que lograste superarte.
Sabes que este momento también pasará y nuevos cambios vendrán, pero tú ya habrás crecido en experiencia y sabiduría para caminar hacia nuevas situaciones.
Aplicar estas etapas a tus cambios te dará mayor resiliencia y flexibilidad. Prueba y verás.
Laura Petraglia
Santiago de Chile, 4 de abril 2017.
Este Texto está basado en la Práctica 42 del Programa de Las Buenas Prácticas. Una Guía de Autocoaching para el Bienestar en el Trabajo.