Según Joan Garriga, ……….
En su libro El buen amor en la pareja, el psicólogo Joan Garriga, * dice que existe el buen amor aquel que nos vitaliza y ayuda al crecimiento personal. Al leer su texto referido a las relaciones de pareja, me pareció que sus postulados eran muy afines y aplicables a nuestra relación con el trabajo.
La relación que tu estableces con lo que haces determina en gran medida cómo te sientes en relación a ti mismo, a tu auto realización y a la sensación de estar teniendo una buena vida.
Siendo el trabajo una relación central en nuestra realidad cotidiana, ya que los humanos pasamos alrededor del 65% del tiempo en que estamos despiertos realizando algún tipo de trabajo, valdría la pena realizar una revisión de cómo está esta relación y plantearnos los cambios que necesitemos para ajustarlo a nuestro crecimiento y momento actual.
Garriga, dice que la primera condición para el buen amor es que sea fácil, fluya la relación y que en ese fluir te sientas vitalizado, energizado, sientes que creces. Si hay desafíos y obstáculos los sorteas y te queda una sensación de gran satisfacción y sentido de aprendizaje en tu vida. Piensa en tu trabajo: ¿te vitaliza?, ¿te desafía y sientes que creces?, ¿sorteas los obstáculos con una sensación de aprender y crecer?, ¿te invita a crear e innovar?, ¿puedes mostrar tus talentos y aplicarlos?, ¿sientes que tiene sentido para tu vida estar allí?…
La segunda condición del buen amor es que se trate de naturalezas compatibles, esto significa que hay una afinidad natural, pero a su vez que coinciden los objetivos y el propósito fundamental, significa que puedes ser auténtico y sientes que encajas allí.
Pregúntate si esto ocurre en tu relación de trabajo, o si haz tenido que perderte de tu meta principal para encajar, porque si es así seguramente sufres y te debilitas en tu autoestima y por consecuencia repercute en tu bienestar y efectividad.
El buen amor también se caracteriza por que las personas se sienten verdaderos compañeros, se acompañan en el camino, que, si bien tiene una faceta individual, se siente que en esa relación uno no se siente solo, hay un alguien que acompaña. En relación al trabajo, también es importante preguntarnos si esto que hacemos nos va acompañando en nuestras necesidades y evolución, porque a veces quedamos pegados a un modo de hacer las cosas que ya superó su propia forma y no nos permite aprender cosas nuevas, se ha rutinizado, no hay frescura. Sentimos que más que compañía positiva, nuestro trabajo es una carga en el viaje.
Este punto, es una oportunidad de preguntarnos acerca del tipo de personas con las que interactuamos, si logramos respetarnos, cooperar, funcionar como equipo o si pesa más el individualismo, la competitividad y el sálvese quien pueda. Por qué el tipo de relación que establecemos con las personas en el trabajo afecta en gran medida nuestra calidad de vida.
La cuarta condición, tiene que ver con la confianza. Confiar plenamente en el otro, que serás cuidado, aunque a veces no lo haga, pero si confías puedes dar lo mejor de ti y recibir lo mejor del otro. El tema de la confianza en el trabajo es central, la mutua sensación de que perteneces y serás cuidado y a su vez confías y cuidas a tu trabajo, porque lo valoras y respetas. Si ya no hay confianza, te sientes inseguro e inestable.
Restablecer la confianza perdida, es un trabajo consciente de ambas partes y tiene que ver no sólo con establecer compromisos y acuerdos claros, sino que se cumplan, se relaciona con escucharse, acercar los puntos de vista, flexibilizarse y alinear las acciones con coherencia en los pensamientos, palabras y acciones.
La última condición del buen amor, es que haya un deseo espontáneo de que el otro sea feliz.
Establecer una relación sana con nuestro trabajo implica sentir que allí donde estás hay una base genuina de que tú te desarrolles, te sientas bien, seas feliz haciendo lo que haces y con quiénes lo haces. También implica, apropiarte de la responsabilidad que tienes en realizar tu bienestar y felicidad en donde estés.
Creo que, para realizar el sueño de trabajos creativos, estimulantes, vivificantes y en que aprendamos, crezcamos y nos sintamos bien, debemos asumir la responsabilidad personal de aprender nuevas herramientas, flexibilizar nuestro modelo mental y difundir nuevas prácticas que nos permitan llevar a la acción los postulados del “buen trabajo”.
Laura Petraglia
Buenos Aires, 8 de mayo 2017.
Dedico este texto al pueblo donde nací y crecí, Luján, ya que hoy su día festivo en que se conmemora y honra a la Virgen de Luján.
* Joan Garriga Bacardí, Socio fundador del Institut Gestalt.
Introductor de las Constelaciones Familiares en España en 1999.
Director de distintos programas de formación en Constelaciones Familiares y Organizacionales en España y Latinoamérica.
Conferenciante. Imparte seminarios de Constelaciones y Terapia Gestalt en distintas ciudades y países.
Autor de “¿Dónde están las monedas? Las claves del vínculo logrado entre hijos y padres”, “Vivir en el Alma. Amar lo que es, amar lo que somos y amar a los que son”, “El buen amor en la pareja. Cuando uno y uno suman más que dos” y “La llave de la buena vida. Saber ganar y saber perder”.
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