Cuando estás conectado con tu quehacer te sientes bien contigo mismo; sin embargo, esto no siempre es así: puede pasar que te encuentres desmotivado, hayas perdido el sentido de lo que haces, te aburras en las rutinas, no estés bien con quienes trabajas o cada día te cueste más realizar tu tarea.
Reflexiona: puede que este no sea el trabajo ideal y perfecto, pero es el que haces hoy y mereces darte una oportunidad, para ello, te sugiero intentar un cambio interior, ver todo desde una nueva perspectiva.
El primer paso es admitir que estás en el lugar que eliges de acuerdo con tus posibilidades y responsabilidades actuales.
Darte cuenta de que todo en tu vida tiene que ver con tus elecciones, te devuelve el poder personal de ratificar o cambiar lo que elegiste hasta este momento.
Si cambias tu perspectiva ante la situación que vives, descubrirás la fuente de energía, creatividad y pasión que se despierta en ti cuando decides y aprendes a valorar y amar lo que haces.
De hecho, nadie nos obliga a estar donde estamos, ni hacer lo que hacemos, sin embargo, a veces vivimos atrapados en la victimización y culpamos a los demás o a algo fuera de nosotros de lo que ocurre en nuestra propia vida o situación laboral. Por supuesto, esta percepción engañosa nos hace estar tensos, resentidos y malhumorados.
Laura Petraglia
CEO LP Consulting
Las Buenas Prácticas