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Ejercitar la decisión

    Si estás atrapado por la duda, o haz estado postergando para mañana una decisión, no estás siendo efectivo con la situación, ya que cada vez dudarás más y así debilitarás tu autoestima.
    Si en cambio, esperas que otros tomen decisiones por ti, irás debilitando tu propia individualidad. La capacidad de elegir es como un músculo que cuanto más lo usas mejor está.
    Elegir es comprometerte con algo, es afianzar lo que tú quieres para ti, es avanzar en el camino, ya que nuestra vida se va construyendo a través de elecciones conscientes e inconscientes.
    El desafío es que traigas al consciente más y más datos de esa zona inmensa que llamamos inconsciente para poder elegir con una mirada más integral. Esta zona de tu cerebro acumula mucha información que haz percibido y acumulado y que puedes utilizar si le das espacio a tu intuición, que no es más que la recuperación de esta información.
    Casi siempre es difícil estar seguro de una elección, ya que elegir implica correr ciertos riesgos. Los perfeccionistas y críticos tienen gran dificultad para elegir y esta es un área de entrenamiento central para lograr bienestar.
    Para sentirte en paz con tus elecciones, por difíciles que sean, debes escucharte integralmente: percibir que te dice tu cuerpo, sensaciones, emociones…y para ello debes serenar tu mente.
    Encontrarás lo que quieres, tu verdad personal, tus necesidades reales, si permaneces en silencio, lo suficiente para que esa voz sabia de tu interior te guie. Cuando la escuches síguela sin cuestionamientos, aun cuando a tu mente racional le parezca extraño, fuera de lo común o demasiado arriesgado.
    Deberás salir de tus comportamientos habituales, de tu zona cómoda para elegir nuevos caminos y traer un cambio a tu vida.
    La buena práctica:
    Hay una técnica muy efectiva que consiste en tomar una decisión dentro de las 8 hrs posteriores a que registras un problema o situación que demanda una elección de tu parte, sin posponer o esperar tener todos los detalles para elegir. El desafío es guiarte por los datos que tienes, las sensaciones que llegan a tu cuerpo, tus deseos y tus emociones al respecto, seguir tu intuición al respecto.
    La frase positiva:
    Elijo lo que es mejor para mí y avanzo confiado en el camino.